Calvario electrizante

DIARIO LA VERDAD (ZULIA)

 

José Aguilar / Ingeniero Eléctrico / jgasaguilar@hotmail.com / @SoyJoseAguilar

Depende de usted exigir ética y no dejarse engañar, o en caso contrario, nuestra patria va hacia la ruralidad en plena era de la modernidad del siglo XXI. ¡Manos a la obra que sí se puede! 

La palabra “crisis” se está quedando corta para describir cada vez más, precario estado del servicio eléctrico en Venezuela. Tan mal está el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), que aún con la demanda del año 2016 y con un Guri full, es incapaz de suplir un servicio decente. Este calvario tiene dos epicentros: uno técnico y otro político, y la dilación para resolver estos dos problemas medulares está metiendo al país por un barranco cuya salida se hará más cuesta arriba mientras más dure la ambivalencia; energéticamente Venezuela va hacia un calvario electrizante. El pasado 26 de septiembre, Corpoelec declaró un Plan de Racionamiento. La “Crisis” no es por el Guri, nunca lo ha sido, la naturaleza lo volvió a llenar. El epicentro del calvario político radica en que ningún partido ofrece la solución, pues han sido incapaces de desarrollar el marco jurídico-financiero que inspire la confianza necesaria para sanear las enormes deudas y poder captar recursos que permitan cumplir mantenimientos vencidos y algunas inversiones. La electricidad es un área técnica financiera que debe desarrollarse fuera de los vicios de la politiquería.La capacidad termoeléctrica del país ha llegado a un 80 por ciento de indisponibilidad. Esto es inaceptable después de malgastar más de 40 mil millones de dólares en termoelectricidad. En 2009, teníamos nueve mil MW térmicos instalados y una disponibilidad de 57 por ciento. Hoy con más de 18 mil MW instalados, tenemos entre 20 a 30 por ciento de disponibilidad. Esto es inédito en el mundo, gracias a una gestión de mantenimiento fallido y la más grosera corrupción sin parangón en plena e inmoral impunidad por la politiquería. Nadie está investigado y menos preso, pero el pueblo sigue sin luz.

Para resolver el epicentro técnico del calvario del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), hay que apartarlo de la politiquería que nos trajo hasta aquí. La electricidad es una actividad costosa, su gestión debe ser transparente y libre de vicios, para que el sistema eléctrico sea sustentable.

Depende de usted exigir ética y no dejarse engañar, o en caso contrario, nuestra patria va hacia la ruralidad en plena era de la modernidad del siglo XXI. ¡Manos a la obra que sí se puede!