CORREO DEL CARONÍ
PÚBLICO & CONFIDENCIAL/Damián Prat C.
Por allá por el año 2007, luego de las elecciones presidenciales que le aseguraban estar en Miraflores seis años más, Chávez y su gobierno anunciaron un plan del cual en realidad habían hablado parcialmente en años anteriores sin concretar nada. El plan apuntaba al aumento del precio de la gasolina a fin de reducir el enorme déficit que eso causa a Pdvsa y al Estado. Se ha dicho que ese subsidio le cuesta al estado 10 mil millones de dólares anuales. Un dineral. El debate al respecto será eterno. Como país petrolero es justo ese privilegio al ciudadano de pagar un precio subsidiado. Como país con demasiadas carencias, un subsidio menor luce lógico para usar parte del dinero en inversiones de infraestructura o de nuevas industrias. Un informe de Ecoanalítica de 2006 cifraba en 6 millones de bolívares (viejos) anuales promedio el subsidio a cada propietario de automóvil. Pero el subsidio al pasaje en transporte colectivo aquel año era de Bs. 265 mil por cada ciudadano sin automóvil. El subsidio de la gasolina favorece a quien más tiene.
El plan del gobierno parecía sensato y con rasgos positivos. Es muy raro que piensen algo bien hecho y no destructivo, pero esa vez lo hicieron. ¡Sólo que nunca lo ejecutaron! Ya veremos por qué. La idea era colocar gas natural en miles de estaciones de servicio para migrar a ese combustible más barato todo el transporte colectivo y parte del parque vehicular particular. De modo que al aumentar algo el precio de la gasolina (manteniendo un subsidio pero algo menor) no impactara sobre el transporte de personas ni el de carga. Incluso dictaron un decreto obligando a las ensambladoras a sacar todos los modelos de carros nuevos a partir del 1 de enero de 2008 con sistema de gas. Luego se dictó una prórroga para el 1 de julio del mismo 2008. Y luego enterraron el decreto.
En paralelo, Pdvsa gastó decenas de miles de millones en romper calles por toda Venezuela para instalar las tuberías de gas hacia las estaciones de servicio. Al menos en Ciudad Guayana fue así. Rompieron por todos lados. Crearon un caos de tránsito por meses. Instalaron los surtidores en docenas de estaciones… ¡y más nunca se hizo nada con todo aquello! Eso sí, ni Chávez que habla tanto, volvió a referirse al asunto. Ni los ministros tocaron el asunto.
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