El hampa y los cortes de luz azotan a población de Capachal

DIARIO EL TIEMPO (ANZOATEGUI)

Por lo menos tres veces a la semana y durante una y hasta dos horas falla el servicio eléctrico en una zona rural de Píritu

Capachal.- “Ya ni en el campo estás seguro”, comentó Magdalena Ramírez mientras esperaba un carrito que la llevara desde Capachal hasta  Puerto Píritu.

“La semana pasada robaron a mi sobrino, aquí en esta misma parada, a plena luz del día. El hampa está en todos lados”.

La sexagenaria aseguró con preocupación que la comunidad, perteneciente a la zona rural del municipio Píritu, es menos segura que hace un año.

Contó que luego de salir de una carnicería,  su sobrino fue víctima de robo por sujetos armados que lo despojaron de sus pertenencias y de la carne que había comprado.

El vecino José Mata recordó que en febrero “me dejaron sin gas” debido al robo de la bombona de gas que estaba en el patio.

También se llevaron  unas herramientas de mecánica que estaban en el estacionamiento.

“Antes dejaba el carro abierto y hasta con dinero en la guantera, pero eso quedó en el pasado. Ya no se puede confiar en nadie”.

De acuerdo con lo denunciado por Amelia Canta Claro, el hampa encuentra cada vez más aliados, como por ejemplo,  las fallas en el servicio eléctrico que se registran con frecuencia en la zona.

“Donde no hay luz reina la inseguridad porque el hampa se esconde en la oscuridad”.

Aunque no conoce del primer caso de robo en horario nocturno, Canta Claro dijo  que no le extrañaría  que comenzarán a ocurrir  estos hechos delictivos, pues desde hace dos semanas se están  quedando sin energía eléctrica durante una y dos horas en la noche, lo cual pudiera ser aprovechado por el hampa.

“El sábado la luz se fue como a las 2:00 pm y llegó a las 5:00 pm. También falló el domingo, pero  casi a las 6:00 pm. Lo mismo ocurrió el martes y el jueves”.

Advirtió que no se trata de transformadores dañados ni líneas caídas.

A su juicio son racionamientos que realiza Corpoelec y no han sido notificados a  los vecinos para que puedan tomar  sus precauciones.

Agua

Capachal no está exento de la falta  de agua que vive el municipio Píritu. Aunque hace más dos décadas  recibía el líquido  por tubería, desde hace unos ocho años depende de un manantial ubicado en el sector El Tanque.

En comparación con otras comunidades que no tienen una fuente de agua dulce, Romina Guaregua expresó que la localidad “está bien en la escala que va de lo malo a lo peor”.

Explicó que a pesar de tener el manantial cerca, deben pagar para que les lleven  agua porque en su mayoría son amas de casa que no pueden trasladar cargas tan pesadas.

De esta tarea se encarga Héctor Mulato, quien en su bicicleta de tres ruedas distribuye agua en baldes desde las 5:00 am hasta las 12:00 del día. Cobra Bs 10 por contenedor y garantiza que el líquido es potable.

Los piriteños solicitaron el apoyo de las autoridades para que atiendan a este caserío.

Improvisados

Los postes de la calle principal del sector El Barrio no son normales, pues  fueron elaborados por los propios vecinos con troncos de árboles. La brisa los ha torcido, algunos están a punto de desplomarse  y como consecuencia el tendido eléctrico ha disminuido su nivel. No tienen lámparas, pero les han instalado bombillos.

100 mil litros

En 2008, la alcaldía de Píritu construyó un tanque aéreo con capacidad de almacenamiento de 100 mil litros de agua en la población de Capachal, con el propósito de surtirla a través de tubería durante todo el año. Pero transcurridos cuatro años no ha entrado en funcionamiento. Aparentemente faltan obras complementarias.

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