Fca. Duarte, Cambalache, cero viviendas, estafa inmobiliaria: Más de la enorme deuda social de la Gobernación y la “revolución” con Guayana

CORREO DEL CARONÍ

PÚBLICO & CONFIDENCIAL/Damián Prat C.

Casi a diario es noticia la protesta laboral, la lucha de los trabajadores de las empresas básicas (y también de las “no-básicas”) por la colosal deuda social acumulada por la falsa revolución. Contratos colectivos violados y vencidos dejando en rezago al trabajador y su familia con el progreso social necesario. Beneficios claves como los servicios de salud, perdidos o semiparalizados. Prestaciones sociales virtualmente confiscadas. El gobierno se apropia de ese dinero que es propiedad del trabajador, lo usa para su derroche y el trabajador no lo puede disponer cuando lo necesite. Más aún, se lo medio-pagan devaluado. 15 mil sidoristas copropietarios de Sidor en 20% a los que se le arrebataron sus beneficios y ahora se les discrimina porque el gobierno “revolucionario” no les paga como sí lo hizo con la transnacional. Eso y mucho más.

La enorme deuda social es mucho mayor. Miremos el caso de la vivienda en Guayana. Ni el Gobierno nacional y mucho menos la Gobernación hacen nada ni han hecho casi nada estos años. En 14 largos años en Ciudad Guayana no se ha construido ni una sola urbanización popular. Unas pocas docenas de casas aquí o allá. Total engaño con las cientos de asociaciones civiles provivienda creadas en los años 99, 2000 y subsiguientes. ¿El gobernador que ya tiene 8 años allí ha hecho algo directamente o ha asumido el reclamo del pueblo ante el Gobierno nacional? Nada. Cero o casi cero. Tanta influencia que tiene Rangel ante Chávez para que lo designe “a dedo” a pesar del rechazo de los propios chavistas pero no la usa para reclamar en favor del pueblo.

Allí está el caso de Francisca Duarte. Un proyecto bonito. Casi el único en vivienda y transformación urbana en los barrios. Fue pura bulla. Puro engaño. Un desastre lo que viven sus habitantes luego de 7 años. Están hartos de vivir mal. ¡Cuan diferente sería si tuviéramos un gobernador con coraje para reclamar por Guayana! O al menos si se dedicara a hacer obras. Igual que en el engaño de Villa Aponwao y los restantes desarrollos habitacionales paralizados desde hace 4, 5 y más años.

Y las estafas inmobiliarias. Como en el caso de Guayana CC ahora llamado Campaña de Guayana. ¡Van 9 años! ¿Cuántas cientos de familias trabajadoras pagaron y siguen sin su vivienda? ¿Qué hace la Gobernación? Nada. Indiferencia total. Le da igual. Igual en los otros casos como Kariña, Villa Ensueño y otras.

Cambalache es otro caso grave entre tantos. La comunidad Warao que vive allí ha pagado caro, con vida de niños que no pudieron crecer “por desnutrición y enfermedades” ante el gobierno que habla de “indigenismo” mientras los deja en el abandono. Puro disfraz e impostura. El botadero de basura que sigue igual tras tantos años porque ni la Gobernación ni el Ejecutivo nacional mueven “un dedo” para hacer un verdadero relleno sanitario en otro lugar. Mucho menos para crear un sistema moderno de reciclaje. La comunidad popular de Cambalache sufre y sobrevive con el drama del abandono. Y, por cierto, al ladito está esa “bomba de tiempo” de la laguna de los lodos rojos de Bauxilum.

¿Cuántos años hace que este gobierno prometió -y jamás cumplió- con la planta de tratamiento de aguas servidas de Unare Oeste? Esas aguas van directas, sin tratamiento, al lago de Macagua. ¿Y la antigua planta de tratamiento de Los Olivos? ¿Funciona? Todo eso es parte de la colosal deuda social de este gobierno con Guayana. Lo peor ha sido ver a la Gobernación arrodillada ante la mala acción del Ejecutivo nacional. Si luchara, si reclamara, si se pusiera a la cabeza de la lucha ciudadana, otra sería la historia. Eso lo podemos comenzar a cambiar este 16-D.

TIP 1: Indignante que el CNE modifique la ley y los reglamentos sólo para favorecer a los “paracaidistas” que pusieron “a dedo” como candidatos del PSUV en seis estados del país. Les da un “cambio de residencia” que se le niega a decenas de miles de ciudadanos. Impone una norma prohibiendo los cambios a partir del 20 de abril pero le da un “trato especial” a 6 politiqueros que andan con un GPS preguntando donde quedan las plazas Bolívar de las regiones en las que son candidatos. Hay venezolanos de primera. El resto somos de segunda o de tercera.

TIP 2: Ese nuevo abuso que debe servir para abrir los ojos a muchos de la necesidad de un país con instituciones equilibradas y no arrodilladas, sin embargo, no debe ser para “enganchar” a la oposición democrática. El abuso tiene para el gobierno un segundo objetivo: ayudar a la campañita de desánimo y desaliento. En otras palabras estimular la abstención, ya que la campañita del “bobo-fraude” no ha dado todos los resultados por ellos esperados.

TIP 3: La oposición democrática, la que lucha de verdad a diario, sin radicalismos estériles “de cafetín”, no va a perder el norte: los problemas del pueblo en cada región y la calidad de los candidatos unitarios. Estos casos de abusos del CNE se denuncian y se luchan pero sin la bobería de querer convertirlos en el “centro de las preocupaciones” porque las angustias del pueblo son agua, luz, inseguridad, empleo digno, gobiernos regionales que luchen junto con ellos.

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