CORREO DEL CARONÍ
PÚBLICO & CONFIDENCIAL/Damián Prat C.
Al menos dos o tres millones de votantes de Chávez se rebelaron contra sus malos gobernadores-candidatos y a pesar de toda la operación indigna montada para manipularlos usando la enfermedad del presidente a fin de darle votos a esos candidatos, se negaron a hacerlo. En muchos casos se abstuvieron. En otros, votaron por candidatos alternativos. No se sentían identificados con esos candidatos impuestos “a dedo”, muchas veces impuestos contra la opinión de la mayoría de la base chavista, como en el caso del estado Bolívar. Casi todos han sido muy malos gobernadores, de escasa obra, sumisos, alejados del pueblo.
Rangel, por ejemplo, sacó -si le hacemos caso a las cifras del CNE- sólo 170 mil votos comparados con los 370 mil de Chávez hace mes y medio. ¡200 mil votantes de Chávez lo rechazaron! Y no fue por simple indiferencia, ni por “guayabo” pues venían con el ánimo alto por el triunfo del 7-O. Tampoco por falta de recursos porque la Gobernación, Pdvsa y las empresas básicas pusieron cientos de buses para buscarlos en la “operación remate” pero se iban casi vacíos. Es más, para la campaña de Rangel hubo más dinero en vallas, avisos de prensa y radio en Guayana, que con la de Chávez mismo.
La abstención en el votante opositor fue claramente diferente. Aunque ningún candidato regional podía tener 100% de aprobación (las unanimidades no existen), habían sido electos en primarias como en Bolívar con Velásquez o tuvieron casi unánime consenso como en los estados donde eran gobernadores. Aquí en Guayana, por ejemplo, Andrés ganó las primarias con 70% de los votos lo cual es mucho y prueba de masivo respaldo. Ahora escucho decir o leo que había quejas con algunas gestiones de gobernadores. Quizás sea cierto pero las razones principales parecen ser otras.
El gobierno-CNE planificaron estas elecciones para la fecha del 16-D con frío cálculo: para aprovechar el envión de euforia entre los suyos de lo que esperaban sería su triunfo presidencial junto con el desaliento y tristeza en los ciudadanos que votaron por el cambio en octubre. Y para usar las vacaciones de los opositores en función de la abstención. Incluso, para reforzar ese aspecto, suspendieron irresponsablemente las clases desde el 12. Ambas cosas les funcionaron. El remate vino con la campañita del “fraude”. La esperaban desde la noche misma del 7-O y tenían todo montado para amplificar a los grupitos “frauduleros” del supuesto “radicalismo” de cafetín y de teclado. La estimularon hasta el cansancio. Eso también les funcionó en un porcentaje de personas. Entre 30 y 40% de votantes por Capriles fueron arrastrados a ir contra sus propios intereses. Aún hoy algunos creen que hicieron un gesto de rebeldía cuando en realidad fue un acto de entrega. ¿Aprenderemos?.
Con que solamente la abstención opositora hubiera sido la mitad de la que fue, se habrían ganado las gobernaciones de Bolívar, Barinas, Táchira, Zulia, Anzoátegui, Mérida y quizás dos o tres más otras. Puntos de apoyo claves en caso que haya una elección presidencial adelantada o a más largo plazo para respaldar la lucha. Ahora será un tanto más duro. ¿Aprenderemos?
TIP 1: La MUD pone su mejor empeño en apoyar a Andrés Velásquez. Muy justo e importante. La movilización popular y del activismo político en Ciudad Bolívar ha sido nutrida, emocionante y muy llamativa. La presencia de líderes nacionales brinda una dimensión de solidaridad que será útil.
TIP 2: Bauxilum. Buena parte de los jubilados de Pijiguaos no habían cobrado su mensualidad al mediodía de ayer. Y encima les prometieron que pagarán sólo el 50% del bono compensatorio. ¿Por qué esa odiosa discriminación? ¿Acaso para ahorrar “un dinerito” y pagar el bono a los grandes jerarcas?
TIP 3: Que tristeza. Terminadas las elecciones y logrados los votos, ya los jerarcas del PSUV y sus candidatos a gobernador olvidaron las misas y los rezos. Se muestran como que solo lo hacían por interés y no por sentimientos sinceros.
