Indisponibilidad eléctrica puede retrasar una década a Venezuela

El diseño del embalse de Guri permite un manejo seguro en época de sequía de hasta 32 meses, la sobreexplotación de la presa tiene al país a 2,88 metros de la cota de colapso
CORREO DEL CARONÍ

 

El embalse de Guri llegó esta semana a su cota más baja: 242,88 metros sobre el nivel del mar. La Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) publicó el dato en su portal luego de 11 días de mutismo, comprobando que pese a las medidas tomadas aún siguen explotando a la central Simón Bolívar como la principal fuente de generación para atender la demanda eléctrica nacional.

La central hidroeléctrica más importante del país está a 2 metros 88 centímetros de la zona de colapso, establecida en la cota 240 msnm. Los expertos han alertado desde hace meses lo que podría acontecer por el errado manejo de los embalses y la indisponibilidad térmica, pero las autoridades han tomado otras decisiones; entre ellas, racionar duramente a los estados del interior, con énfasis en los poblados más alejados donde la luz se ausenta hasta 6 horas al día.

De acuerdo con el ministro eléctrico, el mayor general Luis Motta Domínguez, las causas de la actual situación la tiene el fenómeno meteorológico El Niño. Pero sin dejar a un lado la sequía, que lleva 23 meses y medio, y su crueldad, los entretelones de la crisis eléctrica muestran una consecución de errores.

Para Natalio Valery, experto eléctrico, la realidad actual obedece a tres causas: la gran improvisación que apartó a un lado el modelo de gestión del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), la centralización del sector en una sola empresa (Corpoelec) que trajo consigo la descapitalización del personal capacitado y el decreto de una crisis eléctrica que favoreció el manejo turbio de los recursos, a juzgar por los resultados y el estado actual del sistema que incluye 63% de indisponibilidad térmica.

Destaca además que en el caso de Guayana es preocupante cómo han apagado a las empresas básicas, cosa que tiene repercusiones en el presente y a futuro. “Va a costar mucho recuperar lo que se ha perdido, tenemos una Sidor apagada, un aparato económico severamente afectado. Con sus ventas antes Guayana era la segunda fuente de divisas y a su vez era la alternativa distinta al petróleo. Todo pasa por el mal manejo de las instalaciones termoeléctricas”.

Reiteró que achacarle la culpa al fenómeno de El Niño es escurrir el bulto en cuanto a responsabilidades. “No es El Niño, sino no haber puesto en funcionamiento las térmicas, que fueron compradas en 2010 con el pretexto de la crisis. El gobierno dice mentiras cuando se lo achaca a El Niño. Han pasado seis años desde la crisis del 2010 y lamentablemente a Guayana le endosan el mayor racionamiento porque tenemos las grandes empresas, y nos aplicaron a nosotros el alicate”.

EvoluciOndelademanda
El consumo eléctrico ha retrocedido producto del mal manejo del SEN / Infografía cortesía José Aguilar

Indolencia eléctrica

Pero ¿Era necesario llegar a la crisis actual habiendo un precedente tan cercano como la sequía de 2010? ¿Es realmente el fenómeno de El Niño tan cruento que secó los embalses? La respuesta a ambas interrogantes es no, y lo afirma con números en mano el ingeniero José Aguilar, experto eléctrico, consultor internacional e investigador.

Con más de seis años de trabajo sostenido sobre el SEN y la hidrología del Caroní, Aguilar sostuvo que la realidad criolla es el resultado de una “negligencia deliberada” ¿Cómo llega a esa conclusión?, con la revisión de los datos.

“La sequía lleva dos años y no tres (de mayo 2014 al presente). El gobierno tuvo previo a eso 48 meses de período favorable de lluvias (abril 2010 hasta abril 2014). Mientras eso pasaba, las empresas de Guayana fueron aminoradas y se desperdició una ventana de tiempo suficiente para poner en condiciones óptimas el parque térmico, que ha sido la principal causa de la debacle de Guri por sobre exigencia del embalse para cubrir la falta de energía térmica”, señaló.

Reitera el ingeniero que la sequía era predecible y recordó que Corpoelec tiene a su disposición herramientas predictivas para el manejo de los embalses. Guri fue diseñado para soportar 32 meses de estiaje, la actual sequía lleva apenas 23 meses.

Haber permitido un descenso acelerado del Guri, que tendría 22 metros más si las térmicas hubiesen funcionado en ese período, podría comprometer al país a futuro.

“De no llover lo suficiente por el resto del 2016, Guri no se recupera lo requerido y por lo tanto el drama seguirá. Aún con un diluvio, en pocos días, la crisis sólo se aliviaría, pero seguirá por su naturaleza estructural. Si hay un diluvio podrían reactivar la región Guayana esta vez, pero el no activarlas llenaría el embalse más rápido y ocasionaría un colosal derroche energético”, advirtió.

El Plan de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional 2013-2019 del Ministerio del Poder Popular para la Energía Eléctrica prevé que para el 2016 el país debió tener una demanda de 25 mil 700 megavatios.

Entre la demanda actual y lo que debería haber hay una brecha de 9 mil megavatios, equivalentes al 53% del consumo energético del país o lo que es igual a 1,5 veces la demanda de Guayana con las empresas básicas activas a toda potencia. El país tiene un atraso de tres años en su consumo.

La inexistencia de energía disponible para activar al país puede hacer retroceder a la nación una década, afectando la economía ya ruinosa e hiperinflacionaria. La electricidad es un factor fundamental para el desarrollo, sin energía hay menos calidad de vida, menos empresas, menos posibilidades de reconstrucción del país.

Descuadreenergetico

José Aguilar reiteró que la campaña de ahorro energético impulsada por el gobierno favorece la reducción de la demanda y en consecuencia genera un atraso eléctrico.

La demanda (el consumo) máximo histórico del país llegó a 18.696 megavatios el 15 de mayo 2013. En la actualidad esa misma demanda está en 16.700 megavatios, de los cuales se racionan por 12 horas 1.900 megavatios por la situación de los embalses y la termoelectricidad. Es decir, sólo se suministran 14 mil 800 megavatios.

Nótese que hay mil 996 megavatios menos de consumo (demanda) entre 2013 y 2016, lo que se traduce en un retroceso en la calidad de vida del venezolano y la desenergización del país. También da cuenta de la paralización de las industrias de Guayana y del aparato productivo nacional.

http://www.correodelcaroni.com/index.php/economia/item/44070-indisponibilidad-electrica-puede-retrasar-una-decada-a-venezuela