DIARIO EL CARABOBEÑO
La medida de aliviar los niveles de agua de la represa de Guri anunciada por el Gobierno nacional afectaría la economía, pues para equilibrar el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) es necesario mayor aporte de las termoeléctricas del país, para lo cual será imperativo aumentar la importación de diésel. José Aguilar, asesor internacional del sector eléctrico, explicó que el plan involucra a todas las represas del bajo Caroní, donde se realizarán maniobras de descarga continuas de hasta 11 mil metros cúbicos por segundo de agua.
El agua que saldrá de las centrales Simón Bolívar, en Guri; Francisco de Miranda, en Caruachi, y Antonio José de Sucre, en Macagua, para ser vertida en los ríos, equivale a desperdiciar 506 gigavatios hora por día de la energía que podrían generar. Las termoeléctricas tendrán que producir más megavatios para cubrir la demanda nacional y requerirán más diésel para su funcionamiento, lo que acarreará una inversión adicional de 106 millones de dólares por día. precisó que con cinco mil metros cúbicos de agua por segundo, el bajo Caroní podría producir 240 gigavatios hora por día, es decir, que Corpoelec podría haber elevado la producción en unos 275 gigavatios hora por día, maximizando el recurso que ahora va condenado al derroche.
El proceso de importación del carburante para el funcionamiento de las termoeléctricas agrava la precaria balanza de pagos del país y acentúa la escasez de dólares para las necesidades de los venezolanos, de cara a una economía de importación masiva centrada en la compra internacional de productos básicos. El agua que será vertida bien podría utilizarse para activar las empresas básicas de Guayana y contribuir con la reactivación de la industria siderúrgica venezolana, cuya paralización ha promovido la importación de hierro y aluminio, que antes se producía en el país. El pasado 23 de agosto, autoridades de Corpoelec anunciaron que ante el incremento del caudal de los ríos afluentes al embalse de Guri, evaluaban la posibilidad de abrir, en los próximos días las compuertas de los aliviaderos en las centrales hidroeléctricas del bajo Caroní, para regular los niveles de operación en el embalse, que sirve a la principal fuente de generación de electricidad en Venezuela.
“Este derroche es inaceptable”, precisó Aguilar, quien además lamentó que mientras el país sufra de una insuficiencia de generación, seguirán los racionamientos injustificados y no programados, que propician las malas noches que pasa la población.
El experto rechazó que se intente endosar la crisis eléctrica a los usuarios y se les acuse de derrochadores. “El único culpable y gran despilfarrador de energía es el propio Gobierno”, sentenció.
Explicó que el dispendio energético se ocasiona por el mal manejo del recurso hídrico. “Una salida factible es que Guri y todo el bajo Caroní operen al máximo las 24 horas del día, para dar un respiro a las termoeléctricas del país”. Los intentos del Gobierno nacional en materia de despacho de energía hacia todo el país fueron reprochados por Aguilar. “Se jactan de ser conscientes y eficientes, pero no entienden los procedimientos correctos para el despacho de energía a todas las regiones.
No hay nada consciente y menos eficiente en esta mala praxis”.
Caudales de ríos podrían aumentar
Como argumento adicional por la medida a aplicar, Corpoelec invitó a la ciudadanía a estar pendiente de los anuncios en los próximos días, para el disfrute de la vista que ofrecerán los aliviaderos de las centrales hidroeléctricas. Asimismo hizo un llamado a las comunidades aledañas a las márgenes del río Caroní, así como también a los usuarios de los balnearios ubicados en estas zonas, a fin de que tomen las precauciones pertinentes para resguardar su seguridad. Esto en virtud de que podría incrementarse la velocidad de las corrientes de agua durante el tiempo que se produzca el alivio.
