Tocoma: Mega construcción millonaria e inconclusa

NUEVA PRENSA DE GUAYANA

 

Sara Crespo Cárdenas
saracrespo@nuevaprensa.com.ve
El gobierno nacional prometió para 2013, 2.25 millardos de dólares para sacar adelante los proyectos de generación, transmisión y distribución que se mantenían inconclusos
El gobierno nacional prometió para 2013, 2.25 millardos de dólares para sacar adelante los proyectos de generación, transmisión y distribución que se mantenían inconclusos

La construcción de la cuarta represa para el aprovechamiento hídrico del bajo Caroní quedó a medias y está paralizada desde mediados de 2013. La suma invertida por el Gobierno Nacional para el levantamiento de Tocoma fue millonaria, así como la deuda que mantiene con las contratistas extranjeras.

El ambicioso proyecto iniciado por el ex presidente de la República, Hugo Chávez, generaría anualmente un aproximado de 12.100 Gwh, que sumado a la producción energética de las tres centrales hidroeléctricas existentes; Guri, Macagua y Caruachi, suplirían la demanda nacional.

La obra que representaba uno de los grandes retos para el mandato de Chávez inició en el 2002 con la construcción de las oficinas de campo y vías de acceso, y el levantamiento de Casas de Máquina en 2007.

En principio el proyecto original establecía que Tocoma arrancaría operaciones en 2010, fecha que el ex ministro de Energía Eléctrica, Alí Rodríguez Araque, pospuso para 2012, con la hipotética puesta en marcha de la primera turbina y prometió el arranque de la última para abril de 2014.

En total la hidroeléctrica contaría con 10 unidades generadoras, la capacidad instalada sería de 2.160 megavatios y la inversión estimada por el Ministerio de Energía Eléctrica era de 5.865 millones de dólares, cifra que después aumentó significativamente debido a los niveles de inflación y constantes retrasos.

Lo que sería un logro de la revolución quedó con un avance de 99% en el área de construcción civil, donde laboró el consorcio OIV integrado por la empresa brasileña Odebrecht, la italiana Impregilo y la venezolana Vinccler.

Pagos atrasados

Con respecto al proceso electromecánico que incluía la fabricación y montura de turbinas, llevado a cabo por la argentina Industria Metalúrgica Pescarmona (Impsa) se avanzó con la instalación de la turbina 1 en un 60%, y la número dos nunca se completó. Mientras que la contratista encargada de llevar a cabo las inspecciones era Uriaparí no avanzó lo esperado.

Aunque las complicaciones ya se veían venir en 2011 por los constantes retrasos de los pagos, en enero de 2012 en Cadena Nacional, durante una visita al estado Bolívar, Chávez aseguró que en septiembre de 2012 arrancaría la generación de Tocoma.

Por tal motivo, el Ministerio de Energía Eléctrica aceleró lo más que pudo todos los procesos para dar fiel cumplimiento a lo prometido por el entonces primer mandatario, sin embargo, un mes antes de las elecciones presidenciales de octubre de 2012, no se efectuó la inauguración, y los avances durante esos 8 meses fueron aproximadamente de 20% más.

En diversas oportunidades se comentó que el trabajo de Impsa no había sido óptimo y por eso no se había podido instalar la primera unidad generadora, versión que fue desmentida por el director general de Impsa Caribe, Tomas Roby.

El director reveló que la primera turbina se bajó al pozo y estuvo lista para el 9 de septiembre como se había prometido. “En su momento se iba a hacer un ensayo en seco, de hecho se hizo, se puso a rodar la máquina y todo, pero no se pueden empezar los ensayos definitivos si no tienes agua”, explicó en una entrevista publicada por un medio de comunicación nacional.

Deudas inciertas

Es difícil conocer la magnitud de las deudas que la hidroeléctrica nacional y en general el Estado venezolano mantiene con la Corporación Andina de Fomento (CAF), que hasta 2011 había prestado para Tocoma 1.200 millones de dólares, mientras que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) financió 800 millones de dólares.

Según cifras extraoficiales de 2008, cuando se firmó el contrato, a 2013 cuando Venezuela suspendió los pagos, Impsa había facturado más de un millardo de dólares, y la deuda ascendía sobre los 50 millones de dólares. No obstante, Corpoelec aprobó el pago de 300 millones de dólares más para que trabajaran en pro de culminar la obra en 2012.

Con respecto a Odebrecht, se especula que espera cobrar más de 1 millardo de dólares y adeudan al consorcio Uriapari unos 130 millones de bolívares.

Esta situación generó que progresivamente las empresas disminuyeran los servicios, fueran desincorporando personal y sacando las maquinarias, hasta que en 2013, supuestamente Corpoelec dejó de pagar y las contratistas dejaron de trabajar.

Los informes nacionales no se equipara a la realidad actual de Tocoma, ya que en el presupuesto del Gobierno Central para el 2013, publicado en octubre de 2012 -luego de que Chávez ganara las elecciones presidenciales- el entonces ministro de Finanzas, Jorge Giordani, presentó al sector eléctrico como una prioridad.

En total a Corpoelec se le adjudicaría bajo la aprobación de Giordani y el presidente, 2.25 millardos de dólares para sacar adelante todos los proyectos de generación, transmisión y distribución que se mantenían inconclusos.

Crisis de desempleo

Debido al poco trabajo que se realizaba en las instalaciones de la Hidroeléctrica Manuel Piar, varios consorcios fueron liquidando al personal en el transcurso de 2013. En un momento se llegó a decir que solo quedaban entre 200 y 300 personas que mantenían sus empleos, pero las labores que realizaban eran mínimas.

La falta de pago por parte de Corpoelec hizo que las empresas privadas que se encargaban de la obra despidieran al personal y se desligaran de la relación de trabajo que mantenían con la empresa de servicio eléctrico, tal es el caso de HPC de Venezuela, la cual prescindió de los últimos trabajadores a finales de 2013.

En total fueron más de 12 mil trabajadores que laboraban de manera directa e indirecta en la construcción de Tocoma -según información oficial del Ministerio de Energía Eléctrica- los que se vieron afectados por los problemas financieros.

A pesar de la salida constante de empleados, habían otros que permanecían en los portones de la obra “suplicando” una oportunidad de trabajo.

Fueron muchos los asalariados del sector construcción que quedaron sin un empleo y sumado a la situación económica del país encendió las alarmas de protesta. A mediados de 2014 los entonces desempleados trancaron por varios días la vía hacia la central hidroeléctrica, hasta que se efectuó una reunión con directivos de Corpoelec que prometieron revisar la situación.

Asimismo, los ex trabajadores del consorcio Uriapari reclamaron el pago de las liquidaciones, que la empresa aseguraba no podía cancelar, por la deuda millonaria de Corpoelec. De esta empresa quedaron afectados aproximadamente 360 personas que dejaron de recibir el pago de salarios y posteriormente las prestaciones sociales.

Nuevas promesas

El ministro de Energía Eléctrica arrancó el 2015 con nuevos proyectos que mejorarán el sistema interconectado, las redes de distribución, transmisión y la generación. De los cuales la mayoría son obras que empezaron hace varios años y no se han concluido.

Tal es el caso de la Central Hidroeléctrica Manuel Piar en Tocoma, que tiene casi 14 años desde que se iniciaron los primero trabajos. “Se adelantarán los trabajos en la Central Hidroeléctrica Manuel Carlos Piar, ubicada en Tocoma, estado Bolívar, para poder hacer el cierre del embalse y comenzar las pruebas de la primera máquina a finales de año, que se incorporará al sistema eléctrico a principios de 2016”, informó Chacón.

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