DIARIO EL CARABOBEÑO
Constantes altas y bajas de energía eléctrica o apagones que mantienen en penuria a los ciudadanos durante horas se repiten en diversos puntos de Aragua. En Caña de Azúcar los habitantes del sector 5 se cansaron de la situación y cerraron la vía principal para exigir la reparación al problema que los aqueja desde hace unos dos meses.
Los moradores de la extensa parroquia del municipio Mario Briceño Iragorry, en Aragua, señalaron que desde las 11:30 de la noche de este lunes quedaron a oscuras. A pesar de los constantes llamados a Corpoelec, no hubo solución. “Al final ya ni nos atendían los teléfonos”, comentó Alexander Villegas, uno de los afectados. La situación persistió hasta que a las 11:00 de la mañana de este martes los vecinos cerraron la intersección de la avenida principal cruce con calle 11 del sector 5. Señalaron que la acción de calle fue para impedir que salieran de la localidad los trabajadores de Corpoelec que se desplazaban por un camión la zona. Hasta que no les resolvieran la ausencia del servicio no levantarían la protesta.
Los afectados explicaron que la situación no es nueva. Los altibajos de energía eléctrica ocasionan daños en artefactos electrodomésticos. Nadie, sino el bolsillo de cada afectado, responde por los daños. “Lo peor es que ahora ni siquiera se consiguen las piezas para reparar los aparatos cada vez que se queman”. Según Villegas, desde hace dos semanas un transformador comenzó a botar aceite. Denunció que hasta una niña de 10 años resultó con quemaduras porque Corpoelec no asistió a atender la falla a pesar de que los vecinos denunciaron la situación. Cerca de la madrugada de este martes el aparato explotó lo que dejó sin el servicio a unas mil familias. “La respuesta siempre ha sido que no hay transformadores, pero ya esto nos tiene cansados”.
Los habitantes de Caña de Azúcar denunciaron además que labores de terraceo en un terreno cercano, aumentó la proliferación de zancudos y hasta ahora Corposalud no procede con fumigación en el área.
